viernes, 17 de diciembre de 2010

Una de enanitos…



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Hace un frío que pela, las ciudades engalanadas con sus luces de Navidad, en la tele chicos y chicas guapísimos nos invitan a comprar ese perfume que nos hará ser tan guapos como ellos. Un nuevo anuncio de la lotería, las tiendas abarrotadas de gente comprando el mejor de los regalos para los suyos… y es que como se suele decir, “ya tenemos encima la Navidad”.
Por estas fechas siempre me pongo algo nostálgica, y mi cabeza automáticamente comienza a hacer balance del año que termina.
A lo largo de este año he tenido la enorme suerte de que muchas personas confiaran en mí para que les acompañase en sus procesos personales. Sé que muchas de ellas están satisfechas con sus logros, y también sé de otras tantas a las que la vida les está ofreciendo una cara no tan amable, y lo están pasando mal. Y es que este 2010 que termina, ha resultado ser un año, llamémosle difícil - y no sólo por la crisis - para muchas personas que conozco. Incluida yo misma.
Es por eso que no quería dejar que terminara este año sin escribir este último post, y compartir con tod@s vosotr@s esta pequeñísima historia:
Me encontraba yo atravesando por una de esas situaciones que a veces la vida tiene el capricho de ofrecerte, y como digo yo, “te la tienes que comer con patatas”, cuando mi gran amiga Isabel me regaló esta pequeña metáfora:
No desesperes, porque al lado de las ortigas crece la menta, y por ahí escondidos entre tanta maleza siempre hay unos enanitos que están dispuestos a ayudarte, sólo hace falta verlos.
Desde siempre me han encantado las metáforas porque creo que encierran mucha sabiduría, y con ellas no hace falta más explicación. Esta que me regaló mi amiga, alias la enanita gruñona, además de que me ha servido muchísimo, me hace reír.
Yo he encontrado muchísimos enanitos a lo largo del camino. Hay momentos en los que cuesta muchísimo verlos pero están ahí, sólo hay que aprender a mirar de otro modo, y chas !!! aparecen. También he podido oler la menta fresca cuando parecía que todo olía a podrido.
Así pues, amig@s míos, como propósito de año nuevo agudizad vuestros sentidos, estad bien atentos a lo que hay en vuestro camino y, de este modo, encontraréis a vuestros enanitos!!!!
¡Feliz Navidad!
Firmado: La enanita navideña