No es
la primera vez que escucho este tipo comentarios. Yo misma me he descubierto
muchas veces invadida por estas sensaciones, y es
que cuando uno decide ponerse en marcha y comenzar a trabajar en sí mismo, suele
asaltarnos esa falsa idea de que es mejor andar por la vida dormidos, anestesiados o incluso ciegos.
Y es que para llevar una vida con sentido y coherente con lo que cada uno es, y con lo
que cada uno siente y valora, hace falta coraje para mirar en nuestro interior
y vernos tal cual somos sin máscaras, sin artificios.
También es necesaria cierta exigencia respecto a lo que queremos para
nosotros mismos y para nuestras vidas , huyendo del conformismo, así como ser
consecuentes con aquello que somos y queremos.
En este sentido, muchas veces suelo apelar a la célebre frase “Nadie dijo que la vida fuera fácil, solo prometieron que valdría la
pena vivirla”, a lo que yo añado “vivirla con sentido para uno mismo”.